3.3.10. ELIMINACIÓN DE MICROCONTAMINANTES

Los tratamientos anteriores eliminan la mayor parte de los contaminantes y microcontaminantes más corrientes. Se tienen en cuenta ahora los contaminantes y microcontaminantes cuya destrucción requiere una atención especial: fenoles, hidrocarburos, detergentes y pesticidas.

A. Fenoles y compuestos fenólicos

Los tratamientos mecánicos o por coagulación no tienen efecto sobre los fenoles. La filtración lenta no los elimina totalmente.

Un medio de lucha contra el sabor a clorofenol es el tratamiento con dióxido de cloro; pero si el contenido en fenol es variable o elevado, será necesario, para una seguridad de tratamiento, emplear dosis en exceso de dióxido de cloro, con el riesgo de introducir en el agua contenidos demasiado fuertes de clorito sódico. En ese caso, debe recurrirse al ozono o al carbón activo.

El pH tiene una gran influencia en la dosis de ozono que debe utilizarse: esta se duplica si el valor del pH baja de 12 a 7.

En la zona de valores de pH que corresponden al funcionamiento normal de las instalaciones de tratamiento de agua potable (7 a 8,5), el consumo de ozono por gramo de fenol eliminado es máximo. Las dosis de ozono varían según se trate de fenol puro, muy poco frecuente, de di o trifenoles, de cresoles o de naftoles y según que estos cuerpos se encuentren unidos a otros compuestos como los tiocianatos, sulfuros, etc. La dosis correcta sólo puede fijarse mediante un ensayo. Generalmente es del orden de cuatro veces el valor del contenido en compuestos fenólicos presentes, expresado en fenol puro.

Para la oxidación de los fenoles, no se necesita un tiempo de contacto prolongado. Con el empleo de ozono puede combinarse su eliminación con la desinfección total del agua a tratar, en tanto que la concentración de fenol se mantenga reducida.

Si se quieren eliminar totalmente los fenoles, es necesario efectuar una filtración sobre carbón activo en grano.

En general, los fenoles son adsorbidos fácilmente por los distintos carbones en granos, aun después de agotados por materias orgánicas.

La combinación ozono-carbón activo en granos sólo será de interés si se presentan cantidades fuertes de fenol durante períodos relativamente prolongados.


B. Hidrocarburos

Aparte de los vertidos accidentales que pueden paralizar temporalmente una instalación, las películas de hidrocarburos que sobrenadan se eliminan generalmente en la toma de agua y las trazas que pasan a la planta de tratamiento se retienen por coagulación-floculación decantación y filtración sobre arena.

Si estos hidrocarburos dan sabor al agua, puede eliminarse éste, introduciendo carbón activo en polvo en el decantador, en dosis pequeñas (5 g/g de hidrocarburos). Con una filtración final sobre carbón activo en grano, se obtendrá una eliminación total.

En términos generales, el carbón activo es el material más conveniente para la eliminación de hidrocarburos de cadenas saturadas, cuyas moléculas de gran tamaño son poco solubles y difícilmente atacables por el ozono.

El ozono destruye totalmente los hidrocarburos policíclicos del tipo 3-4 benzopireno, sospechosos de ser cancerígenos en presencia de otros compuestos, como son los detergentes.


C.Detergentes

En general, los detergentes no se eliminan con un tratamiento clásico por coagulación-floculación, decantación y filtración. Tampoco la precloración tiene efecto sobre la degradación de estos productos. Es preciso recurrir a la formación de espuma, al ozono, o al carbón activo.

Se inyectan para ello grandes cantidades de aire, bajo un espesor pequeño de agua; debe efectuarse, además, un tratamiento complementario de las espumas concentradas, por evaporación, o con carbón activo. Conviene conocer el contenido en fosfatos del agua tratada y reducirlo si es necesario.

Se observa una primera fase en la que la cantidad de ozono que debe emplearse varía en forma logarítmica en función de la reducción del contenido en detergente.

Si C es la concentración del detergente obtenida por adición de una dosis de ozono a un agua con una concentración inicial C0,el valor de x obedece a la ley:

en la que el coeficiente "a" varía según la naturaleza de los detergentes y de otros compuestos de los que pueden encontrarse trazas en el agua.

Para reducir en un 50 % el contenido en detergentes aniónicos no biodegradables, es necesario utilizar dosis que varían entre 1,5 y 3 g de ozono por m3 de agua.

Una vez alcanzado un cierto grado de eliminación (70 a 95 % según los casos) se comprueba la presencia de un contenido residual de detergentes que no puede destruirse. Este contenido residual, sin embargo, es siempre inferior a los valores que pueden considerarse excesivos por sus efectos indirectos.

Fig. 428.

No influyen sobre la dosis de ozono ni el tiempo de contacto ni la inyección en varias fases.

La adición de cloro antes de la ozonización no reduce la cantidad de ozono que debe dofisicarse.

Aunque teóricamente pueden obtenerse reducciones superiores al 90 % con carbón activo en polvo, en la práctica no es necesario llegar a estos resultados, los cuales, por otra parte, exigirían el empleo de dosis muy fuertes (40 a 80 g/m3), no económicas.

Cuando el contenido en detergentes es muy fuerte, debe recurrirse a una filtración sobre carbón activo en grano.

Este esquema de tratamiento sólo puede admitirse si no se necesitan dosis fuertes de carbón activo en polvo durante períodos largos. En caso contrario, es más económico el empleo único de carbón activo en grano.

En realidad, las combinaciones carbón activo-ozono no se justifican generalmente por la sola presencia de detergentes en el agua, sino por la presencia simultánea de otros contaminantes o microcontaminantes.


D. Pesticidas

El tratamiento clásico por floculación-decantación y filtración es ineficaz para el conjunto de pesticidas, a excepción del DDT que se elimina parcialmente.

La filtración lenta tiene un efecto limitado sobre algunos pesticidas. Como tampoco elimina todos los fenoles ni todos los detergentes, no puede considerarse como un procedimiento moderno de afino.


E. Metales pesados

F. Conclusión

Se deduce de todo lo expuesto que la eficacia del tratamiento clásico y de la filtración lenta en la eliminación del conjunto de microcontaminantes es muy limitada.

El medio más eficaz de lucha es el carbón activo, que puede emplearse unido o no al ozono.

La combinación de estos dos productos parece ser actualmente la mejor solución en un proceso de afino; deberá estudiarse con la mayor atención, en cada caso, en función de las condiciones técnicas y económicas.

Cuando una estación de tratamiento está equipada con una desinfección por ozono y una instalación de afino con filtros de carbón activo, no pueden darse unas reglas generales sobre la colocación de estos filtros con relación a los ozonizadores.

Puede parecer conveniente la colocación de los filtros de carbón activo después de la ozonización, con el fin de retenerlos productos de oxidación que resulten de la acción del ozono y prolongar la duración de vida del carbón; sin embargo, es más razonable, desde el punto de vista sanitario, situar la ozonización al final de la cadena de tratamiento, especialmente cuando se quiere asegurar con la esterilización la eliminación de los virus. Una tercera solución consiste en intercalar la filtración sobre carbón activo entre dos inyecciones de ozono.

 

 


                                                                                                                                             

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