3. FLOCULACIÓN
El coagulante introducido da lugar a la formación del flóculo, pero
es necesario aumentar su volumen su peso y sobre todo su cohesión. Se favorecerá
el engrosamiento del flóculo por medio de:
3.1. Floculantes 1. En laboratorio o en fabricación industrial
a) Método Baylls
b) Método Hay
Esta solución es más estable que la obtenida por el método
Baylis. La presencia de sales de amonio hace difícil la aplicación
del método Hay cuando existe una precloración. En los dos métodos
descritos anteriormente, la preparación industrial requiere precauciones especiales. 2. Preparación en continuo: 3.1.2. OTROS FLOCULANTES MINERALES 3.1.3. FLOCULANTES ORGÁNICOS - flóculo de hidróxido metálico frágil: v = 0,20 m/s Página
anterior
Documento
siguiente
Índice
Los floculantes, llamados también ayudantes de coagulación, ayudantes
de floculación e incluso ayudantes de filtración, son productos destinados
a favorecer cada una de estas operaciones. La acción puede ejercerse al nivel
de la velocidad de reacción (floculación más rápida)
o al nivel de la calidad del flóculo (flóculo más pesado, más
voluminoso y más coherente).
Los floculantes pueden clasificarse por su naturaleza (minera u orgánica),
su origen (sintético o natural) o el signo de su carga eléctrica (aniónico,
catiónico o no iónico).
3.1.1. SÍLICE ACTIVADA
La sílice activada fue el primer floculante que se empleó, y sigue
siendo, en la actualidad, el que mejores resultados puede dar, principalmente si
se utiliza juntamente con sulfato de alúmina.
Se introduce generalmente después del coagulante, y se prepara neutralizando
parcialmente la alcalinidad de una solución de silicato sódico.
c) También puede «activarse» el silicato sódico con ácido
clorhídrico, cloro, ácido carbónico, bicarbonato sódico,
etc., en la dosis necesaria para neutralizar el 90 % de su alcalinidad.
Industrialmente, en grandes instalaciones, se prefiere dosificar las soluciones de
silicato sódico y de ácido de forma continua. Se mezclan estas dos
soluciones en un depósito que lleva, eventualmente, una llegada de agua para
que pueda conseguirse la concentración deseable de SiO2, y, a continuación,
se hace pasar la solución a un depósito de envejecimiento, con un tiempo
de permanencia de media hora.
Para distribuir 1 kg de SiO2 por hora, se necesitan aproximadamente: 2,5
l/h de silicato sódico 41º Bé y 0,24 l/h de ácido sulfúrico
66º Bé ó 850 g/h de bicarbonato sódico, y completar hasta
100 l/h con agua de
aportación.
Controlar regularmente la neutralización del silicato sódico por medio
de la determinación del TA y del TAC de la solución de sílice
activada. El TAC de la solución al 1 % de SiO2 debe ser del orden
de 50 a 75 grados franceses.
A veces se utilizan ciertos productos para cargar un agua bruta que no contiene suficiente
materia en suspensión.
Entre ellos, pueden citarse:
El progreso de la Química Orgánica ha permitido el desarrollo de otros
floculantes más activos.
1.º Origen:
Los alginatos se utilizan especialmente como ayudantes de floculación de las
sales férricas, aunque a veces, también dan buenos resultados con sales
de aluminio.
Se obtienen a partir del ácido alginico, el cual, a su vez, se extrae de algas
marinas (en especial, del género Laminaria). Su empleo en el tratamiento de
aguas de abastecimiento público, está autorizado en todos los países.
Las poliacrilamidas se utilizan en el tratamiento de clarificación de aguas
y en la deshidratación de fangos, mientras que las poliaminas se emplean sobre
todo en clarificación.
2.º Empleo:
Los floculantes orgánicos se descomponen en dos clases de empleo: productos
sólidos y productos líquidos.
Existe gran cantidad de floculantes orgánicos, entre los cuales pueden citarse
los siguientes: Praestol, Superfloc, Magnafloc, alginatos, Prosédim, Purifloc.
No hay ninguna regla que permita deducir a priori cuál de los floculantes
dará mejores resultados, por lo que siempre deberán efectuarse ensayos
de laboratorio. Asimismo, se determinará el tiempo que debe transcurrir entre
la introducción del coagulante y la del floculante, factor éste que
tiene gran importancia, por ejemplo, en el caso de la sílice activada.
Si bien los fabricantes, generalmente, facilitan los datos necesarios para la utilización
óptima de sus productos, pueden seguirse, en líneas generales, las
indicaciones que figuran en el cuadro.
En el caso de descarbonatación con cal, la elección debe orientarse
hacia un floculante no iónico o aniónico.
En el caso de una clarificación, la elección debe hacerse entre un
floculante no iónico, o ligeramente aniónico, y un floculante catiónico.
Si el pH está próximo al de equilibrio, y en presencia de gran cantidad
de materia orgánica, se ensayará, en primer lugar, un floculante catiónico.
Por último, en el caso de tratamiento de agua destinada al abastecimiento
público, es indispensable tener en cuenta la legislación del país
considerado, ya que el empleo de floculantes orgánicos está reglamentado;
algunos países tienen publicada una lista de los productos autorizados. En
Francia, con fecha 1.º de agosto de 1978, el Consejo Superior de Higiene no
había autorizado, para las aguas potables, ningún producto orgánico
de síntesis. En España, la Dirección General de Sanidad ha autorizado
el uso de varios floculantes.
3.2. Práctica de la floculación
La floculación será tanto mejor cuanto más eficaz sea la coagulación
previa. El coagulador, en el que tiene lugar la agitación rápida, va
seguido de un floculador, en el que se mantiene una agitación lenta durante
5 mm (agua residual muy cargada), o durante un tiempo mucho mayor en tratamiento
de agua de abastecimiento público.
Esta agitación lenta puede tener lugar en un floculador separado, o bien en
el interior del decantador propiamente dicho. En este caso, pueden utilízarse
turbinas de recirculación, o la acción del propio lecho de fango (ver
capitulo 7).
La elección del tipo de mezclador y del tipo de floculador está en
estrecha relación con la elección del procedimiento de separación
utilizado en la continuación del tratamiento. Debe estudiarse cuidadosamente
esta elección, cuando la floculación es del tipo difuso y va seguida
de una decantación estática, o de una flotación.
La floculación se efectúa en este caso en depósitos provistos
de sistemas de agitación que giran con relativa lentitud para no romper los
flóculos ya formados, pero con la velocidad suficiente para conseguir el engrosamiento
progresivo del flóculo e impedir que se formen sedimentos sobre el fondo del
depósito.
El volumen de la cuba de floculación debe ser el necesario para que se consiga
el tiempo de floculación determinado mediante ensayos de laboratorio.
Los sistemas de agitación utilizados pueden estar constituidos por hélices
especialmente estudiadas con este fin, o por un conjunto de palas fijadas sobre un
eje giratorio, vertical u horizontal. Es conveniente obtener en el floculador un
gradiente de velocidad comprendido entre 20 y 50s-1.
También conviene prever, en la. transmisión del sistema de agitación,
un conjunto motorreductor-variador, para que pueda regularse mejor la velocidad de
agitación en función de la calidad de la floculación.
Si es grande el volumen necesario para la floculación, es preferible utilizar
varios depósitos de pequeñas dimensiones, colocados en serie. En este
caso, cada uno de los depósitos va provisto de un sistema de agitación
independiente, cuya velocidad, regulable, puede adaptarse mejor a la calidad de la
floculación.
Por último, es importante que no se rompa el flóculo al pasar del floculador
a la zona de decantación. Según la calidad del agua tratada, las velocidades
de paso deberán limitarse a los siguientes valores:
- flóculo de hidróxido metálico resistente: v = 0,50 m/s
- flóculo de aguas residuales: v = 1 m/s.
Fig. 70. - Floculador vertical
Fig. 77. - Floculador horizontal