Capítulo 4:
Cultivo de virus
Sección
3: Cultivo de bacteriófagos
En el caso de los bacteriófagos (virus bacterianos), las células hospedadoras, obviamente, son bacterias, por lo que el cultivo de los bacteriófagos se realiza sobre cultivos bacterianos.
Los cultivos de bacteria son más fáciles de realizar que los cultivos celulares, por lo que el cultivo de bacteriófagos está al alcance de cualquier laboratorio.
Por eso se utiliza la determinación de bacteriófagos como un índice de contaminación por virus fecales. Además de la simplicidad de cultivo esta técnica tine un bajo costo y un rápido resultado (6- 18 horas)
Se suele utilizar como indicador de contaminación viral el cultivo de colifagos y su enumeración en las aguas. Los colifagos son virus que infectan a Escherichia coli. Es una bacteria que forma parte de la flora normal del intestino humano y de los animales de sangre caliente, siendo una de las más abundantes en esta localización.
La utilidad de colifagos como indicadores esta basada en factores tales como: ser detectados en altos niveles en aguas residuales y aguas contaminadas, presentan resistencia similar a virus entéricos en ambientes acuáticos y procesos de tratamiento del agua, y su detección realizada con técnicas sencillas, económicas y rápidas.
Los métodos utilizados para cultivar, contar y estudiar los bacteriófagos (u otros virus) están basados en su forma de infectar y destruir las células hospedadoras.
Para determinar el número de bacteriófagos de una muestra, se añade una gota del cultivo de la bacteria hospedadora a la muestra del virus (o una dilución apropiada). A continuación se extiende la mezcla, o se vierte sobre agar en sobrefusión, en la superficie de un medio solidificado con agar. Después de un período de incubación apropiado -desde pocas horas hasta un día- la superficie de la placa de Petri aparecerá cubierta con un crecimiento confluente de la bacteria hospedadora
Sobre dicho crecimiento podrán aparecer zonas circulares claras, que se denominan placas o calvas; estas regiones no contienen bacterias o solamente tienen unas pocas. En la mayoría de los casos se desarrolla una placa por cada fago que estuviera presente en la suspensión.
La placa es el resultado de una infección iniciada por un solo virión. Ese virión infectó una sola célula hospedadora, que produjo más viriones; dichos viriones infectaron las células de los alrededores y así sucesivamente. La epidemia continúa hasta que la bacteria deja de crecer, impidiendo la multiplicación de los fagos. Cuando todas las células de la región que rodeaba el sitio original de la infección han sido destruidas, se produce una placa de lisis.
A partir del número de placas que se desarrollen sobre el medio de cultivo podremos determinar cuántos fagos existían en la muestra de agua sembrada, de la misma manera que se calcula el resultado en el recuento de células viables en placa. A este método se le denomina recuento en placa.
Los viriones son responsables de la formación de una placa, pero también lo es la célula infectada por el virus. Ambos están siempre presentes en cualquier cultivo infectado con bacteriófagos. Los viriones y las células infectadas se denominan, conjuntamente, unidades formadoras de placas (UFP).