5.4. Predesaceitado de las aguas residuales de refinerías de petroleo,
industrias petroquímicas e industrias mecánicas.
Estas aguas residuales contienen cantidades variables de hidrocarburos en estado
libre, disueltos en parte o emulsionados en mayor o menor grado. Un desaceitado completo
exige un tratamiento en dos etapas:
- predesaceitado por operación física, por gravedad, sin adición de reactivos, mediante el cual se reduce el contenido de hidrocarburos a unos 15 a 100 mg/l,
- desaceitado final (flotación por aire disuelto, filtración, coalescencia) utilizando reactivos (coagulación con sales metálicas o polielectrólitos catiónicos), mediante el cual se consigue la depuración total.
El predesaceitado se efectúa por flotación natural de las vesículas
de aceite, pudiendo utilizarse diferentes tipos de aparatos. - diámetro teórico de las gotitas de aceite retenidas: d > 0,015
cm; Este tipo de desaceitador es el más adecuado en el caso de aguas muy cargadas
y de variaciones importantes en su concentración. Se consigue reducir, en
la práctica, el contenido de hidrocarburos, hasta 15 a 100 mg/l, según
el porcentaje inicial de productos emulsionados. Los aparatos de macrotamizado utilizables en pretratamiento pueden clasificarse
en: - aparatos instalados a ras del agua, con pequeña pérdida de carga:
macro-tamices rotatorios, tamices fijos con rasquetas, 6.1. Macrotamices rotatorios Se efectúa esta operación con tamices de limpieza mecánica.
Las materias en suspensión se retienen sobre una tela perforada, fija, de
acero inoxidable, con orificios de 2 a 5 mm de diámetro; se recogen mediante
rasquetas o cepillos fijos sobre cadenas sin fin (para tamices rectos inclinados
a unos 45 a 60º sobre la horizontal) o sobre brazos giratorios (para tamices
curvos) y se evacuan, por medio de un limpiador basculante, hacia un canal de recogida. Tanto los tamices estáticos como los rotatorios tratan caudales del orden
de 10 a 1000 m3/h, según el tipo y la finura
de tamizado deseada. Debe tenerse en cuenta una pérdida de carga del orden
de 2 m de columna de agua, y el hecho de que los residuos extraídos se recogen
en la parte inferior del aparato. Al igual que los anteriores (tamices fijos con
rasquetas), estos aparatos pueden ser sensibles al atascamiento por grasas coaguladas. 6.4. Filtros mecánicos 7. EVACUACIÓN Y TRATAMIENTO DE ARENAS Y DESECHOS EN AGUAS RESIDUALES En instalaciones importantes, se procede, a veces, a un lavado de la arena, antes
de su almacenamiento en tolva, en un depósito separado, provisto de un sistema
eficaz de agitación por aire, al cual llega la mezcla agua y arena bombeada
desde el desarenador. También puede preverse, en el tornillo de Arquímedes,
un lavado con agua de aportación. La arena lavada, que quede bastante limpia,
puede volver a utilizarse (constitución de lechos de secado). 7.3. Grasas y espumas Página
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Índice
El Instituto Americano del Petróleo ha establecido unas normas (normas A.P.I.)
muy precisas, para el cálculo, dimensionamiento y ejecución de este
tipo de aparatos, en las condiciones siguientes:
- superficie horizontal calculada para una velocidad ascensional entre 0,9 y 3,6
m/h;
- sección transversal calculada para una velocidad de flujo horizontal comprendida
entre 18 y 55 m/h, e igual a 15 veces la velocidad ascensional;
- relación entre la altura del líquido y Ja anchura del depósito
comprendida entre 0,3 y 0,5;
- anchura: máxima 6,00 m, mínima 2,00;
- altura de líquido: máxima, 2,50 m, mínima 1,00 m.
Con el empleo de desaceitadores de dos compartimientos en serie, se incrementa la
eficacia del desaceitado.
Fig. 63. - Desaceitado, longitudinal con 2 compartimientos en serie.
1 - Llegada.
2 - Válvula de aislamiento.
3 - Prerrepartición
4 - Repartidor.
5 - Sailda.
6 - Canales orientables de recogida de aceites.
7 - Fosas de fangos.
8 - Hacia la bomba de fangos.
Sin embargo, sólo pueden tratar aguas medianamente cargadas de hidrocarburos,
y bastante poco cargadas de fangos, parafina, asfalto y grasas, es decir, con escaso
poder de atascamiento. Por ello, deben protegerse con un desbaste previo, si se desea
evitar una explotación demasiado dificultosa.
6. TAMIZADO
El tamizado es una filtracion sobre soporte delgado, que se utiliza en numerosos
campos del tratamiento del agua. Según las dimensiones de los orificios de
paso del soporte se distinguen dos variantes:
- aparatos necesariamente alimentados por bombeo: tamices de auto-limpie-za, estáticos
o rotatorios, filtros mecánicos.
Fig. 64. - Instalación de m,crotamizado.
1 - Vertedero de alimentación.
2 - Válvula de entrada de agua bruta.
3 - Válvula de seguridad.
4 - Tambor de microtamizado.
5 - Dispositivo de arrastre.
6 - Rampas de lavado con boquillas.
7 - Canal y tubería de agua de lavado.
8 - Indicador de pérdida de carga.
9 - Vertedero de salida.
Estos aparatos, utilizables con aguas de abastecimiento o de riego, o con aguas residuales
poco cargadas, se presentan en forma de un tambor cilíndrico, de eje horizontal,
cuando el nivel líquido varía relativamente poco, o en forma de una
banda rotatoria sobre cadenas sin fin, cuando el nivel líquido sufre grandes
variaciones (que pueden alcanzar varios metros).
Pueden tratar caudales desde algunas centenas de litros por segundo, a más
de 10 m3/s.
El tamizado se efectúa a través de un cierto número de paneles
filtrantes intercambiables, constituidos por un enrejado generalmente metálico
(hilo de bronce o de acero inoxidable) fijo sobre un cuadro rígido.
El paso de malla de la tela yana entre 0,3 y 3 mm, y el diámetro del hilo
entre 0,25 y 1 mm.
Un macrotamiz debe ir protegido, normalmente, por una reja con espacios entre barrotes
de 40 a 50 mm, para una tela metálica de hilo de 1 mm, de 20 a 30 mm para
hilo de 0,5 mm y de 10 a 15 mm para hilo de 0,3 mm.
El coeficiente de superficie libre es del orden del 50 al 60 %, y la velocidad de
filtración (relación entre el caudal y la superficie libre de los orificios
de la tela sumergida) es, generalmente, de unos 0,35 a 0,40 m/s.
El tamizado se realiza, preferentemente, desde el interior hacia el exterior, con
el fin de facilitar el lavado de la tela y la evacuación de las materias que
se extraen.
Una limpieza automática de la tela, por agua a presión, limita la pérdida
de carga a 20 cm aproximadamente, en marcha normal. El aparato admite una pérdida
de carga máxima de 50 cm.
6.2. Tamices fijos con rasquetas
Algunas aguas residuales industriales (mataderos, fábricas de conservas, etc.)
deben someterse a un tamizado antes de introducirlas en las instalaciones de depuración.
Fig. 65. Microtamiz rotatorio. Tratamiento de agua potable de AIRE-sur-La-
LYS, Fas-de-Caíais (Francia).
Si las aguas contienen materias grasas que puedan formar coágulos, puede ser
necesario efectuar un predesengrase, para evitar riesgos de obstrucción del
tamiz (a pesar de la adopción de perforaciones adaptadas).
Estos aparatos pueden instalarse en canales de 1 m a 2,5 m de anchura y tratar caudales
del orden de 100 a 2000 m3/h. Normalmente, la pérdida
de carga no debe ser superior a 0,5 m, aproximadamente.
6.3. Tamices de autolimpieza, estáticos o rotatorios:
Estos aparatos, cuya finura de tamizado es de 0,25 mm a 2 mm, se utilizan igualmente
en aguas residuales, especialmente las procedentes de industrias de la alimentación.
Fig. 66. - Tamiz estático.
1 - Llegada de agua bruta.
2 - Filtrado.
3 - Residuos sólidos.
Cuando se trata de caudales menos importantes, puede realizarse el tamizado mediante
filtros mecánicos, a presión, alimentados por bombeo.
DEGREMONT- y otros constructores, disponen de aparatos concebidos según distintos
principios, entre los cuales se citan:
7.1. Materías separadas en el desbaste
Los desechos recogidos sobre las rejas se evacuan manualmente (en un cestillo, perforado
o no, en vagoneta o en una cuba de extracción), mecánicamente (cinta
transportadora) o transportador de rasquetas, con desplazamiento continuo o alterno),
o hidráulicamente (canal alimentado con agua por bombeo).
El volumen de materias separadas en un desbaste por rejas, en una estación
de depuración de aguas residuales urbanas, es del orden de 2 a 5 dm3
por habitante y año, para una separación entre barrotes de 30 a 50
mm aproximadamente, y de 5 a 10 dm3 por habitante/año
para una separación de 15 a 25 mm.
Estas materias, generalmente, se depositan en vertederos, o se entierran. Pueden
también incinerarse en un horno previsto para ello en la planta, o en una
instalación de incineración de basura. La temperatura de combustión
deberá ser superior a 800 ºC, para evitar que se produzcan malos olores.
Para facilitar su transporte, se escurren y se hacen más compactas, mediante
prensas hidráulicas especialmente concebidas para ello.
7.2. Arenas de desarenadores
El volumen de arena extraída de los desarenadores (aguas residuales urbanas)
es del orden de 5 a 12 dm3 por habitante y año.
La arena extraída manualmente, con pala, de canales desarenadores pequeños,
es, generalmente, impropia para su reutilización y debe enterrarse o enviarse
a un vertedero, con los residuos del desbaste.
En instalaciones más importantes, la arena extraída de los desarenadores,
por bombeo, puede separarse del agua:
Fig. 67. - Planta de desbaste con evacuación de desechos por cintas
transportadoras LE HAVRE (Francia).
No son recuperables generalmente las grasas y espumas recogidas en la superficie
de los desarenadores, desengrasadores o decantadores primarios. Si estos residuos
son, en su mayor parte, orgánicos, pueden someterse a la digestión
anaerobia juntamente con los fangos (aumentado así la producción de
gas), pero esta solución presenta el inconveniente de favorecer la formación
de una costra de fango en el digestor, que deberá equiparse, en ese caso,
de un dispositivo de agitación, muy eficaz.
Es preferible almacenarlos en depósitos de concentración (con salida
en sifón de rebose, de retorno a la entrada a la instalación, para
la eliminación del exceso de agua) y evacuados periódicamente a escombrera,
por tonelada de vaciado en vacío.
Cuando la instalación comprende una incineración de fangos o de materias
separadas por desbaste en rejas, las materias flotantes y las grasas pueden incinerarse
con dichos productos.
En una estación de depuración municipal, es conveniente almacenar los
aceites de garaje y las aguas de lavado de cisternas de hidrocarburos, etc., en depósitos
especiales. Después de una permanencia prolongada, los aceites concentrados
en la superficie se extraen y se incineran.